Biopolímeros: el error estético que te puede costar la salud

¿Qué son los biopolímeros?

Los biopolímeros son sustancias sintéticas o semisintéticas —como silicona líquida, aceites minerales o poliacrilamidas— no aprobadas para uso médico-estético.
Cuando se inyectan en el cuerpo, el sistema inmunológico las identifica como algo extraño y genera una reacción inflamatoria crónica. Con el tiempo, el material puede endurecerse, desplazarse, causar dolor, deformidad e infecciones repetidas.

Lo más preocupante es que, una vez dentro del cuerpo, no es posible retirar los biopolímeros por completo. Estas sustancias se infiltran entre músculos, nervios y vasos sanguíneos, por lo que su extracción total implicaría dañar los tejidos y dejar secuelas permanentes.

Halogenosis: cuando el cuerpo reacciona

El término halogenosis iatrogénica describe justamente esta reacción del organismo frente a sustancias no compatibles. El cuerpo intenta “encapsular” el material o eliminarlo, generando inflamación, fibrosis y necrosis (muerte del tejido).
Con el paso del tiempo, el área puede volverse dura, dolorosa, irregular o deformada, y el material puede migrar a otras zonas del cuerpo.

Síndrome de ASIA: una complicación sistémica

Más allá del daño local, los biopolímeros pueden inducir el síndrome de ASIA (Autoimmune/Inflammatory Syndrome Induced by Adjuvants), este trastorno ocurre cuando el cuerpo reacciona de manera exagerada ante estas sustancias, activando el sistema inmunológico y causando síntomas generales como fatiga crónica, dolores articulares, fiebre y alteraciones neurológicas. En otras palabras, un problema estético puede desencadenar una enfermedad autoinmune en todo el organismo.

Tratamiento y manejo

El manejo de las complicaciones por biopolímeros es difícil. En algunos casos se usan medicamentos para reducir la inflamación, pero el tratamiento definitivo suele ser quirúrgico. Aun así, la extracción completa del material es casi imposible, ya que se mezcla con los tejidos. Las cirugías buscan retirar la mayor cantidad posible de forma segura y, en ocasiones, reconstruir la zona afectada para mejorar su función y apariencia.

Los biopolímeros no son tratamientos estéticos, sino sustancias peligrosas que pueden dejar secuelas permanentes. Ningún resultado vale poner en riesgo tu salud. Antes de someterte a cualquier procedimiento, asegúrate de hacerlo con un cirujano plástico certificado, que trabaje en clínicas autorizadas y utilice productos aprobados.
La belleza debe ser siempre el reflejo de una decisión segura y responsable.

Referencias

1. Shoenfeld, Y., & Agmon-Levin, N. (2011). ASIA – Autoimmune/Inflammatory Syndrome Induced by Adjuvants. Journal of Autoimmunity, 36(1), 4–8.

2. Rodríguez-Castellanos, M., et al. (2018). Biopolímeros y halogenosis: un problema creciente en la cirugía plástica. Revista Colombiana de Cirugía Plástica, 24(1), 45–53.

3. Matarasso, A., et al. (2020). Complications from injectable materials: management and prevention. Plastic and Reconstructive Surgery, 145(5), 1082–1094.

4. American Society of Plastic Surgeons (ASPS). Guidelines for safe use of injectable fillers. 2023.

En los últimos años, el uso de biopolímeros se ha convertido en un serio problema de salud. Estas sustancias, aplicadas muchas veces de manera clandestina con fines estéticos, se promocionan como “rellenos permanentes” para aumentar glúteos, labios u otras zonas del cuerpo. Sin embargo, lejos de ser seguras, pueden generar complicaciones graves, irreversibles y, en muchos casos, imposibles de corregir por completo.