Cartílago costal: un recurso versátil en cirugía plástica para reconstruir, modelar y armonizar

¿Por qué se elige el cartílago costal?

A diferencia de otros tipos de cartílago (como el septal o auricular), el cartílago costal permite obtener un mayor volumen de tejido, ideal para reconstrucciones complejas. Al ser autólogo —del propio paciente—, elimina el riesgo de rechazo inmunológico y mantiene una excelente integración en el área receptora. Además, puede tallarse con precisión, adaptándose a las necesidades estéticas y funcionales de cada cirugía.

Técnica y consideraciones quirúrgicas

La obtención se realiza mediante una pequeña incisión en el tórax (habitualmente entre la 6.ª y la 8.ª costilla), bajo anestesia general. El injerto se moldea cuidadosamente para evitar curvaturas o deformaciones (warping). Existen técnicas avanzadas de tallado y fijación que minimizan este riesgo, garantizando resultados estables y armónicos.

Riesgos y manejo del sitio donante

Entre las posibles complicaciones se incluyen dolor local, cicatriz visible, seroma o, muy raramente, neumotórax. Sin embargo, en manos experimentadas, estos eventos son infrecuentes y suelen resolverse sin secuelas.

En nuestro equipo quirúrgico, contamos con un cirujano cardiovascular y de tórax durante la extracción del cartílago. Su experiencia en anatomía torácica y manejo de tejidos profundos permite realizar el procedimiento con la máxima seguridad y precisión, reduciendo significativamente el riesgo de complicaciones en el sitio donante, como sangrado o lesión pleural. Este enfoque multidisciplinario refuerza la seguridad del paciente y optimiza la recuperación postoperatoria.

En la zona receptora (por ejemplo, nariz o pabellón auricular), los riesgos de deformación, infección o reabsorción parcial son bajos cuando la cirugía se realiza con una técnica adecuada y planificación cuidadosa.

En conclusion, el cartílago costal representa una herramienta versátil en la cirugía plástica moderna: permite reconstruir, modelar y armonizar estructuras faciales con resultados duraderos y naturales. Su uso, tanto en procedimientos reconstructivos como estéticos, refleja la combinación entre ciencia, técnica y trabajo en equipo quirúrgico especializado, orientado siempre a la seguridad y bienestar del paciente.

Referencias

1. Bender-Heine AN et al. Optimal Costal Cartilage Graft Selection. Plast Reconstr Surg. 2017.

2. Varadharajan K. et al. Complications Associated With the Use of Autologous Costal Cartilage. JAMA Facial Plast Surg. 2015.

3. Vila PM et al. Autologous vs Homologous Costal Cartilage in Rhinoplasty: Systematic Review. JAMA Otolaryngol Head Neck Surg. 2020.

4. Bagunaid MA et al. Harvesting Costal Cartilage for Secondary Rhinoplasty. Plast Reconstr Surg. 2024.

5. Szychta P. et al. Enhanced Revision Rhinoplasty with Processed Costal Grafts. J Plast Reconstr Aesthet Surg. 2024.

El cartílago costal —extraído de las costillas del propio paciente— se ha consolidado como uno de los materiales de injerto más valiosos en cirugía plástica. Su uso va mucho más allá de la rinoplastia: también desempeña un papel fundamental en la reconstrucción facial, auricular y craneofacial, así como en cirugías reparadoras tras traumatismos o resecciones oncológicas. Su firmeza, durabilidad y compatibilidad lo convierten en una opción confiable cuando se requiere soporte estructural y resultados naturales a largo plazo.